Los pimientos del piquillo rellenos son un recurso estrella en mi cocina. Siempre tengo un tarro o lata de pimientos del piquillo en la despensa por si hay que hacer una cena especial improvisada o simplemente porque mi lista de deseos culinarios me dice que llevo mucho tiempo sin hacerlos. Esa lista se está haciendo infinita con la cuarentena, jeje. Los pimientos del piquillo son un producto versátil y con un sabor muy característico. Se pueden tomar como plato frío o caliente y admiten cualquier relleno que se te ocurra. A mí me encantan los rellenos de bacalao y langostinos y es la receta que os voy a enseñar. Espero que os gusten tanto como a mí.

Ingredientes (para cuatro personas):

• 1 bote o lata de pimientos del piquillo (unos 16)
• 350 gr de bacalao desalado
• 16 langostinos
• 2 cebollas pequeñas
• 2 cucharadas de harina
• 200 mililitros de leche
• ½ vaso de vino blanco
• 250 mililitros de nata para cocinar
• 1 cucharadita de nuez moscada
• Queso emmental o cualquier otro para gratinar
• Sal y pimienta
• 4 cucharadas de aceite de oliva

Receta paso a paso:

Vamos a empezar por los pimientos y después haremos la salsa que llevan por encima. Primero picamos finitas las dos cebollas y ponemos a freír 3/4 en una sartén con tres cucharadas de aceite a fuego medio.

Mientras, pelamos los langostinos reservando las cabezas y colas y los picamos en trozos pequeños. Hacemos lo mismo con el bacalao. Yo he utilizado bacalao desmigado que ya venía en trozos y lo he picado un poco más. Cuando la cebolla empiece a ponerse transparente añadimos el bacalao y los langostinos troceados y les damos una vuelta hasta que los langostinos cojan color.

Añadimos las dos cucharadas de harina y mezclamos todo dejando freír la harina con cuidado de que no se pegue.

Añadimos la leche y una cucharadita de nuez moscada, sal y pimienta al gusto y removemos sin parar hasta tener una mezcla espesa con consistencia para rellenar. Retiramos del fuego.

Escurrimos los pimientos guardando un poco del agua que los contiene. Vamos rellenando los pimientos con una cucharilla y colocándolos sobre una bandeja apta para horno. Acordaos de guardar uno para la salsa.

Vamos ahora a preparar la salsa. Ponemos en un caso la cebolla que nos quedaba a sofreír con una cucharada de aceite. Cuando empiece a transparentarse añadimos las cabezas y colas de los langostinos que teníamos reservadas.

Damos una vuelta hasta que cojan color y añadimos el vino blanco. Dejamos hervir hasta que se haya evaporado casi todo el vino. En la batidora colamos el jugo que queda junto con un chorreón del agua de los pimientos, la nata y un pimiento del piquillo y batimos todo.

Ponemos la salsa encima de los pimientos.

Rallamos el queso y espolvoreamos cubriendo toda la fuente. Metemos al horno previamente precalentado a 180º durante unos 15 minutos, hasta que el queso esté doradito. Y, este manjar de los dioses está ¡listo para comer!