La tarta de queso que os comparto hoy es de mis preferidas y mira que allá donde voy y hay tarta de queso tengo que probarla, ¡me encanta este postre! Esta tarta es muy fácil de hacer, la única dificultad es esperar a que cuaje bien y coja cuerpo, hay que tener paciencia. Por lo demás está lista en un periquete y lo mejor, está deliciosa. El molde de corazón le va que ni pintado, porque esta receta está hecha con mucho amor pensando en un reencuentro. Ahí va:

Ingredientes:

• 300 gramos de queso crema
• 250 mililitros de nata de repostería
• 1 vaso de leche
• 1 vaso de azúcar
• 2 sobres de cuajada
• 1 paquete de galletas
• 3 cucharadas de mantequilla
• Mermelada de fresa (Aquí te dejo la receta)
• Unas fresas para decorar

Receta paso a paso:

Trituramos las galletas junto con la mantequilla derretida. A mí me gusta que queden un poco sueltas y crujientes y después se mezclen un poco con el resto, por eso no las trituro completamente. Si te gusta más compacta añádele una cucharada más de mantequilla. Ponemos la mezcla en la base de un molde desmontable y presionamos ligeramente contra el fondo. Metemos en el frigo mientras preparamos el resto.

Introducimos en una olla el queso, la leche, la nata, el azúcar y la cuajada y mezclamos todo. Ponemos a fuego medio y vamos removiendo. Cuando empiece a hervir retiramos. Si quedan grumos le pasamos la batidora.

Sacamos el molde del frigo y vertemos la mezcla en él lentamente para no levantar el fondo. Si habéis dejado la base más suelta, pequeños trocitos de galleta se incorporarán a la mezcla. Yo luego lo agradezco al comerla. Metemos en el frigo al menos 2 horas.

Pasado este tiempo la tarta estará cuajada y ya la podemos sacar del frigorífico. Solo queda decorarla. Yo he elegido una mermelada de fresa con pimienta rosa que le va genial, pero podéis usar el sabor que más os guste. Le ponemos una capa por encima.

Pasamos el borde de un cuchillo por los filos para despegar la tarta del molde y desmoldamos con cuidado. Para darle el último toque, cortamos en láminas unas fresas, las colocamos en los bordes y hacemos una flor en el centro, rematando con una fresa entera. Pero como siempre digo, la decoración es solo dejar volar la imaginación. Ya tenemos lista nuestra tarta de queso, y lo mejor, ya ha pasado la espera y le podemos hincar el diente. Espero que se os haga la boca agua, la preparéis y os guste tanto como a mí.